El Phylum Apicomplexa comprende numerosos géneros de protozoarios parásitos de interés en veterinaria. Entre ellos se hallan Neospora, Sarcocystis, Toxoplasma, Besnoitia y Cryptosporidium. Son endocelulares, cuando se introducen en las células se forma una vacuola parasitófora, donde viven.
La característica ultraestructural más saliente es que poseen un complejo apical, como el que se describe a continuación para Neospora caninum. Los cuatro primeros géneros mencionados son parte del grupo de los apicomplexa de ciclo indirecto y formadores de quistes tisulares.
Neosporosis
Morfología y biología de Neospora caninum
Neospora caninum es un protozoario Apicomplexa que infecta muchas especies de mamíferos, entre ellas perros, bovinos, ovinos, caballos y cabras. Los taquizoítos -el estado en que se multiplica activamente- tienen forma semilunar y miden de 3 a 7 µ x 1 a 5µ, dependiendo del estado de división. Tienen una membrana, 22 microtúbulos subpeliculares, un conoide, anillos polares anteriores y posteriores, 8 a 12 roptrias, numerosos micronemas, un núcleo vesicular, mitocondria tubular, complejo de Golgi, ribosomas, retículo endoplásmico, microporo, cuerpos lipídicos, cuerpos electrón-densos y cuerpos de amilopectina. El complejo apical les permite ingresar a las células activamente; dentro de ellas, se alojan y se multiplican por endodiogenia en vacuolas parasitoforas.
Como taquizoítos se pueden hallar en grupos dentro de células (nerviosas, macrófagos, fibroblastos, células endoteliales vasculares, miopitos, epitelio tubular renal, hepatocitos y otras) y como bradizoítos en los quistes tisulares. Estos son esféricos u ovales, de 20 a 107 y se hallan en el tejido nervioso (cerebro, médula y retina) y en la musculatura. La pared del quiste es lisa y puede medir más de 4 mm de espesor. En la mayoría de los quistes el espesor es de 1 a 2 µ. Los bradizoítos son más delgados que los taquizoítos, miden 6 a 8 µ x 1 a 1.8 µ, tienen las mismas organelas, menor cantidad de roptrias y más gránulos de amilopectina PAS positivos.
Taquizoíto
El ciclo evolutivo es indirecto: el perro, que es el hospedador definitivo, come quistes tisulares que están en los tejidos de un hospedador intermediario. Después de cinco a trece días y durante una a tres semanas, según datos experimentales, elimina ooquistes de aproximadamente 10 µ. Los ooquistes esporulan en el medio, formándose en su interior dos esporocistos con cuatro esporozoitos cada uno. Los hospedadores intermediarios se infectan cuando ingieren accidentalmente estos ooquistes maduros (esporulados) con el alimento o el agua.
Los esporozoítos se liberan en el intestino, lo atraviesan, penetran en células de distintos tejidos, donde se forman y se multiplican los taquizoítos y/o los bradizoítos.
Estos últimos están en los quistes que permanecen en el organismo a la espera de ser comidos por un hospedador definitivo reiniciando el ciclo.
No hay datos sobre la supervivencia de los ooquistes en el medio, pero algunos datos de laboratorio indican que pueden ser viables al cabo de un año si han estado refrigerados. En forma experimental se ha determinado que los quistes tisulares mantenidos a 4° son infectantes por 14 días, pero si se congelan a -20° pierden dicha capacidad. Además de la transmisión por quistes y ooquistes, Neospora caninum también se puede transmitir por vía trasplacentaria.
Neosporosis en bovinos
En bovinos, la característica más importante de la infección por Neospora caninum es la ocurrencia de abortos. Se producirían después de una infección letal del feto en el útero a continuación de una parasitemia materna y el pasaje transplacentario de taquizoítos. La parasitemia puede originarse a partir de una primoinfección por ooquistes o de la reactivación de una infección preexistente.
Signos clínicos y lesiones
El único signo en vacas infectadas es la interrupción de la gestación por muerte fetal con resorción o el aborto que se produce desde los tres meses y hasta el final de la gestación, siendo más frecuentes entre el quinto y el octavo mes.
Durante la preñez de una vaca y a causa de la neosporosis, los fetos pueden morir en el útero, ser reabsorbidos, momificados, autolisados, nacer muertos, nacer vivos pero enfermos o nacer clínicamente sanos pero infectados, aunque muy frecuentemente vacas infectadas producen crías sanas y no infectadas.
Las lesiones microscópicas están en el cerebro, la médula y el corazón, y ocasionalmente en pulmones y riñones.
Las lesiones microscópicas consisten en encefalitis multifocal, necrotizante y no supurativa, al igual que la miocarditis. Las lesiones se pueden hallar en cualquier parte del cerebro y de la médula.
Se ha observado necrosis de vellosidades cotiledonarias en placentas abortadas, pero los parásitos se observan raramente en esas lesiones.
Los terneros nacidos vivos pueden mostrar signos neuromusculares a partir de los tres días del nacimiento y ser de poco peso, débiles e incapaces de levantarse. Las patas pueden estar en extensión, pudiendo ser flexionadas por presión manual y puede haber reflejos o no. Por lo general, la temperatura, el ritmo cardíaco y respiratorio son normales. Radiográficamente, la médula espinal aparece normal.
Los estudios neurológicos muestran ataxia y reflejos patelares disminuídos. El fluído cerebro espinal puede o no mostrar débil pleiocitosis. Las lesiones típicas se ven en el cerebro y médula.
En las explotaciones, los abortos pueden ser agrupados, esporádicos o epidémicos y pueden ocurrir durante todo el año.
El efecto en la producción
Neospora caninum produce abortos en vacas de cría y se considera el agente etiológico más frecuente en explotaciones lecheras. En estas explotaciones, la producción se ve afectada por los abortos y la pérdida de las lactancias correspondientes. También hay menor producción láctea en animales infectados que no abortaron. Los abortos y la disminución de la producción lechera pueden estar asociados a un incremento del descarte prematuro.
En un estudio realizado en ganado de carne se comprobó que los animales seropositivos tuvieron una reducción significativa en el incremento de peso diario, en el peso vivo, en el rendimiento a la faena e incrementos significativos en el costo por tratamientos. En algunas regiones del mundo hasta el 42,5% de los abortos se pueden atribuir a la neosporosis. El impacto económico dependerá de los costos directos por los fetos perdidos y los indirectos. Estos incluyen la asistencia profesional y los costos asociados con el establecimiento del diagnóstico, la recría, el incremento del tiempo de lactancia, la posible pérdida en la producción de leche y el costo de reemplazo si las vacas que abortaron son descartadas.
Diagnóstico
Pruebas serológicas: Las pruebas serológicas más usadas son la de inmunofluorescencia indirecta, aglutinación y ELISA
La prueba de inmunofluorescencia indirecta se utiliza para detectar anticuerpos anti-Neospora en el suero de las vacas que abortan o en el suero o líquidos fetales.
En vacas, se consideran como indicador de aborto por este parásito las reacciones positivas a con títulos altos, pero no excluyen otras etiologías. A la inversa, la ausencia de detección de anticuerpos excluiría la neosporosis como causante de aborto.
El título de 1:25 en suero o líquidos fetales indica infección fetal, pero las reacciones negativas no indican ausencia de infección.
Diagnóstico histopatológico: la detección de lesiones compatibles con las ocasionadas por Neospora caninum orientan el diagnóstico que se confirmaría definitivamente si el feto tiene serología positiva o con una reacción positiva por inmunohistoquímica.
Inmunohistoquímica: la tinción por inmunohistoquímica también confirma la infección.
Aislamiento: el aislamiento del parásito a partir de tejidos fetales se obtiene poco frecuentemente, probablemente porque se muere por la lisis de los tejidos que ocurre desde la muerte del feto hasta su expulsión.
PCR: la prueba de PCR es un valioso auxiliar para el estudio de esta parasitosis. La detección de ADN del parásito en tejidos confirma la infección.
Las muestras para el diagnóstico de laboratorio
A continuación, hay un listado de las muestras que se pueden tomar, ordenado de acuerdo a su utilidad para el diagnóstico de laboratorio, así como las indicaciones para su conservación y/o envío. En lo posible, enviar muestras maternas y fetales.
Muestras
- Feto abortado entero o en partes.
- Suero de la madre.
- Líquido fetalrefrigerado.
- Placenta.
- Sueros de lotes de vacascon y sin problemas de aborto.
Cómo conservarlas
- Líquido fetal y sueros: refrigerados o congelados.
- Tejidos para aislamiento refrigerados; para PCR congelados o refrigerados; y para histopatología formolado o refrigerado
- Con los fetos o sus partes (cerebro, corazón, etc.) se podrán realizar exámenes histopatológicos e inmunohistoquímicos, PCR y aislamiento. Si sólo se envían partes, agregar líquidos fetales para el serológico.
Control y prevención
No hay drogas que limiten la infección en los bovinos ni sus efectos. La vacuna que se vende en algunos países no evita la transmisión ni los abortos. Las drogas que se administran para limitar los efectos de la neosporosis en perros enfermos no evita la eliminación de ooquistes.
Estudios realizados en nuestro país y también en el extranjero han mostrado que la prevalencia serológica en perros que habitan en tambos y establecimientos de cría es mayor que en los perros de ciudad. Posiblemente esto se deba a que los perros de explotaciones ganaderas comen fetos y placentas infectadas. La seroprevalencia en bovinos fue significativamente mayor en establecimientos donde había perros que en los que no los había. Como se mencionó, los perros actuaron como hospedadores definitivos experimentalmente, eliminando ooquistes; en Argentina hemos comprobado que un perro naturalmente infectado eliminó ooquistes espontáneamente. En Alemania, perros que fueron alimentados con placentas de vacas que abortaron, eliminaron ooquistes. Por estas razones se considera que es importante evitar que los perros coman los fetos abortados y restos de placentas.
Una proporción de bovinos nace infectada. No hay valores de la tasa de transmisión por vía transplacentaria que se puedan aplicar como generalidad, pero se debe tener en cuenta que esta vía es capaz de mantener la infección en los rodeos.
Estado actual de los conocimientos
Es necesario continuar las investigaciones para conocer mejor algunos aspectos de la infección por Neospora caninum y sus efectos sobre los bovinos como:
- ¿Cuál es la tasa de abortos en vacas seropositivas?
- ¿Qué factores determinan que haya transmisión transplacentaria?
- ¿Qué factores determinan que la infección trasplacentaria tenga distintas consecuencias en los fetos?
- ¿Qué determina que haya o no abortos a repetición?
El conocimiento de estos aspectos permitiría encarar una prevención exitosa. Es deseable también que se desarrollen vacunas para evitar la transmisión y, como consecuencia, los abortos.
Neosporosis en ovinos y cabras
Los signos clínicos y las lesiones producidas por Neospora caninum en ovinos y cabras son similares a las producidas por Toxoplasma gondii.
En un feto abortado por una cabra infectada naturalmente se halló hidrocefalia e hipoplasia de cerebelo. La lesión predominante fue encefalitis severa, asociada con la presencia de numerosos quistes. En el examen de un natimorto caprino también se observaron gran cantidad de quistes asociados a nódulos gliales, manguitos perivasculares y focos de inflamación.
En el curso de neosporosis experimental se produjeron abortos, reabsorción y muerte perinatal de las crías. Se halló el parásito en cerebro, médula espinal y corazón de los fetos y en las placentas. En ovinos infectados naturalmente se han detectado anticuerpos anti-neospora y se hallaron parásitos en un cordero. La inoculación experimental de 24 hembras preñadas indujo reabsorción fetal o abortos en 21. Las lesiones observadas en los cerebros fueron microgliosis y focos de necrosis. Se observaron parásitos asociados a vasculitis fetal, severas necrosis focales diseminadas en el placentoma y degeneración focal e inflamación de la corioalantoides. En ambas especies las infecciones más tempranas causaron más abortos. Las técnicas de diagnóstico utilizadas para bovinos son adecuadas para ambas especies.
El ciclo doméstico y el ciclo silvestre
En el ciclo doméstico estarían involucrados el perro como hospedador definitivo y los bovinos como los principales hospedadores intermediarios. Con respecto al ciclo silvestre, los únicos hospedadores definitivos comprobados hasta el presente son el coyote, el dingo y el lobo gris, sin embargo, muchos mamíferos podrían actuar como hospedadores intermediarios.